Jorge Schuler: Es imposible no enamorarse de Colo-Colo

martes 11 de agosto, 2020

Por: CSD Colo-Colo
El ala pivot repasó su paso por nuestro Club y aportó con su experiencia como jugador a los más jóvenes de la rama.

Corría el año 2014 y el gimnasio del Colegio Boston College
de Maipú vibraba de hinchas del Cacique que repletaban el recinto de Avenida Longitudinal
alentando a nuestra rama de básquetbol en su campaña en la Liga Nacional de
Básquetbol de aquel año.

Uno de esos hinchas era Jorge Schuler, quien por esos años también
jugaba básquetbol e integraba del primer equipo de Universidad Católica, y asistía
con doble motivo a la cancha: Es hincha del Club y dentro del quinteto titular de
los albos vestía la camiseta número 13 su hermano, Fernando.

 “Desde chico que soy
muy colocolino y siempre soñé jugar por el Club y desde que comencé a jugar
nunca tuve la posibilidad porque la rama no existía como tal. Luego, en 2014,
cuando el Club vuelve a la Liga Nacional ya estaba en Católica y me quería
morir. Afortunadamente estuvo mi hermano Fernando y él tuvo la suerte de estar
y salir campeón”, reconoció Jorge en charla con los integrantes de los actuales
equipos de nuestra rama de básquetbol.

“Fui a casi todos los partidos en el Boston de Maipú y
estaba como un hincha más. Feliz por mi hermano, pero con unas ganas tremendas
de estar dentro de la cancha. Afortunadamente al año siguiente hice lo
imposible para poder estar hasta que me llamaron y me pude sumar al equipo”, agregó.

El mayor de los hermanos Schuler se sumó al Cacique cestero
de cara a la Liga 2015-2016 y tuvo la fortuna de dar una vuelta olímpica junto
a su hermano al ser ambos parte del equipo que logró la Copa Chile de aquella
temporada.

“Con Fernando habíamos jugado en otros equipos, pero nunca
se dio la posibilidad de ser campeón e imagínate, siempre quise jugar en el
Club y ser campeón y jugando con mi hermano fue como el pack completo. Fue una de las cosas más lindas, quizá podría haber
durado mucho tiempo más, pero hay gente que ni siquiera lograr vestir esta
camiseta y si lo hace no trasciende. Yo al menos puedo decir que estuve poco
tiempo, salí campeón, con mi hermano y eso es algo muy difícil de conseguir”,
indicó.

Jorge reconoció a los más pequeños de la rama que vestir la
camiseta de Colo-Colo es algo difícil de explicar y que deben aprovechar esta
experiencia. Además, no ocultó su deseo de apoyar en todo lo necesario para que
el Cacique vuelva a la élite del baloncesto nacional.

“Es imposible no enamorarse de Colo-Colo ya que los
jugadores de básquetbol no estamos acostumbrados a jugar en un equipo tan
grande y con una hinchada como la que tiene el Club. Si hubiese dependido de mí
nunca me hubiese ido, pero se dieron así las cosas y ahora feliz de aportar en
lo que sea. Si en el futuro se da la opción de volver a jugar, maravilloso; y
si no, aportar en algo para que el Club crezca más y los jugadores se sientan
identificados con la institución”, comentó.

“Ojalá que en algún minuto Colo-Colo vuelva a una Liga
Nacional con un equipo joven, formado en casa, que hayan partido desde abajo
con el Club”, puntualizó.

Su carrera en el
básquetbol y su mensaje a los jóvenes talentos

Jorge Schuler fue fanático del fútbol cuando niño y por ese
motivo comenzó a jugar al básquetbol tarde, a los 15 años. Su perseverancia lo
llevó al primer equipo de Universidad Católica siendo muy joven y fue parte del
equipo que ganó la Dimayor en 2005.

Comencé a los 15 años, muy tarde, pero poco a poco le fui
tomando el gusto y me fui a probar a la escuela de la Católica. Fui
perseverante, traté de no faltar nunca y siempre me quedaba a mirar los
entrenamientos del equipo adulto a ver si faltaba uno para hacer algo. Llegué
al equipo adulto y año tras año fui ganando espacio y jugando un poco más.

Luego estuvo en Italia, volvió a Chile para terminar de
estudiar y además de pasos por la selección nacional vistió las camisetas de
Boston College, Leones de Quilpué, Católica, Colo-Colo y Club Manquehue.

Gracias a esa experiencia como jugador pudo entregar un par
de consejos a los más jóvenes de la rama.

“Un buen equipo siempre tiene a jugadores con roles súper
definidos y donde todos se sacrifican por el equipo. Por ejemplo, no hay que
ser rápido para defender, sino que saber defender y cada uno debe saber su rol
dentro de la cancha. A veces va tocar estar en un equipo en el que uno es
goleador, otro va a tener que defender un poco más, otro preocuparse de los
rebotes, otro de dejar libre a un compañero, etc…Entonces es importante
sacrificarse por el equipo y entender la función que cada uno tiene dentro de
la cancha. No es más importante el que metió el último punto o el que defendió
al mejor jugador de ellos, ya que todos los jugadores son importantes dentro de
un equipo”, cerró.