‘Del barrio al tablón’ es una de las frases que más valoran
los filialinos de la Filial Independencia, quienes, además, fundaron su
organización en honor de uno de los ídolos más grandes que tiene la historia de
Colo-Colo, Francisco Valdés. Las socias y socios, al igual que ‘Chamaco’,
conocen el esfuerzo que hay en la comuna y principalmente en la población Juan
Antonio Ríos, que entre sus calles y muros, se pueden apreciar murales con los
colores del Cacique.
La Filial Independencia fue una de las primeras
organizaciones de socias y socios en auto convocarse y desde el trabajo
territorial, intentan posicionar el nombre del CSD Colo-Colo y traspasar sus
valores a la comunidad.
En ese contexto, uno de los primeros proyectos de la filial
fue desarrollar una escuela de fútbol popular y autogestionada. Uno de sus
fundadores, cuenta que “con la escuelita desarrollamos junto a la Filial Maipú
y la Filial Ñuñoa, la Liga de interescuelas de fútbol y que hoy tiene más de 10
escuelas de filiales”.
Pese al éxito que alcanzaron en la Liga de interescuelas
Franz Platko y debido a las dificultades por conseguir un lugar para entrenar,
la organización decidió enfocarse en su escuela de básquetbol que en la
actualidad es parte de la Liga de básquetbol Marcela Espina del CSD Colo-Colo.
“Hemos sabido mantener nuestra escuela de básquetbol y hemos trabajado en tener
los espacios deportivos necesarios para realizar nuestra escuela”, sostiene
Mario Gallardo, secretario de la organización.
Además, cuenta que el rol de la filial es fundamental puesto
que, “nuestro barrio es netamente colocolino, pero esto nos da una doble misión
como filial. Guiar a los niños en torno a Colo-Colo, arellanizar y enseñar la
historia del club a niñas y niños que no conocen de la historia del club e
intentamos vincular a nuestra comunidad migrante con los valores de David
Arellano”.
Aunque todas las actividades de la Filial Independencia
estén en receso por la cuarentena obligatoria en la comuna y el avance del
Covid-19, los integrantes de la organización se mostraron felices de cumplir un
año más de trabajo entorno al CSD Colo-Colo y poder así traspasar los valores
de David Arellano en un barrio de colocolinas y colocolinos.
