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Colo-Colo es un club transversal, que representa a todas y todos y este jueves el Club Social y Deportivo Colo-Colo festejó el primer aniversario de Esperanza Alba, la escuela de fútbol inclusivo de la institución, hermoso proyecto que sirve de encuentro, acogida y esparcimiento para niños, niñas y jóvenes con discapacidad.

Este taller inició en agosto del 2022 y permite a nuestra institución asumir un rol importante al vincularse con la inclusión y generar espacios que ayuden a visibilizar a chicos y chicas que han quedado muchas veces marginados por la sociedad.

A un año de su creación, en Esperanza Alba participan más de 50 niñas y niños que semana tras semana cumplen su sueño de vestir la camiseta de Colo-Colo.

“Para el Club es muy importante este proyecto, por eso se le apoyó desde un comienzo. Colo-Colo ha sido pionero desde un comienzo en el deporte chileno en un montón de actividades y con el tema de la inclusión también estamos tomando un rol importante que espero sea replicado en otros clubes del fútbol chileno porque hemos escuchado a los niñas y niños lo que significa para ellos y ellas este tipo de proyectos y cómo les cambia la vida el participar en estas escuelas”, comentó Alejandro Droguett, vicepresidente del CSD Colo-Colo, quien anhela que este modelo inclusivo sea repetido por otros clubes deportivos en el país y por Colo-Colo a lo largo del país.

“Sería muy bonito poder extender este tipo de iniciativas a través de las filiales que tiene el Club a lo largo y ancho del país. Cuando uno se plantea este tipo de desafíos nada es imposible, así que hay que conversarlo para ver si se puede realizar. Lo importante es que este tipo de iniciativas se pueden realizar gracias a la cantidad de socias y socios que hay, por lo que el llamado es que a la gente se mantenga al día en sus cuotas e invite a mucha más gente a hacerse socio para hacer crecer este tipo de actividades y nuestras ramas deportivas”, apuntó.

Junto a Manuel Neira participan en Esperanza Alba un equipo multidisciplinario conformado por Daniela Trujillo, Hernán Maldonado, Hans Wimmer y Rafael Guerrero. Todos muy emocionados por ver crecer este proyecto que genera tejido social, vincula a las familias y abre una oportunidad a chicos y chicas que nunca la habían tenido.

El otrora goleador colocolino agradeció el apoyo brindado por el CSD Colo-Colo para cumplir un sueño desde pequeño y reconoció que nada mejor que poder desarrollar uno de sus grandes anhelos en el club de sus amores.

 “Agradezco al CSD Colo-Colo por poner el corazón en este proyecto. Empezamos hace un año prácticamente en pañales y hemos cumplido un año importante, creciendo en todos los sentidos. Me siento muy orgulloso. Este era un sueño mío, pero esto no sería posible sin el apoyo y trabajo de cada uno de los profesores, que son el motor de Esperanza Alba”, comentó el ex delantero.

“Yo tenía este sueño desde chico ya que tenía un compañero en el colegio al que le hacían bulling y yo dije que algún día este sueño lo haría realidad y lo hice en realidad en mi casa, dónde yo me crié que es Colo-Colo y que mejor que hacer este taller en el Club Social , que es de todos los colocolinos, de todos nosotros. Por eso es muy importante hacerse socio y estar al día en sus cuotas, porque independiente de las luchas, los egos y las peleas que existan en Colo-Colo el Club tiene que ser de la gente, siempre”, argumentó.  

En la ceremonia, niñas, niños y jóvenes compartieron con sus familias y recibieron reconocimientos de parte de sus profesores por todo lo entregado a lo largo de estos 365 días de entrenamiento.

Recuerda que, si quieres participar o conoces a algún interesado en asistir a esta iniciativa del Club Social y Deportivo, no dudes en escribir a esperanzaalba@csdcolocolo.cl.